Lo dijo el mismisimo Dios: “no seria bueno que el hombre este solo”. Conforme se cuenta en el texto de el Genesis, ese fue el razon para que creara a la femina. Desde por lo tanto, hombres y hembras andan a la indagacion sobre quien les proporcione compania asi como, de paso, les de an examinar la cuadra del Arbol de la Ciencia.
Procurar pareja se convierte casi en un exigente personal desde el momento exacto en que nuestros cuerpos sobrepasan la barrera de eso que se llama pubertad. Desde el instante exacto en el que a ellas les crecen las mamas asi como se les ensanchan las caderas y a ellos se les alarga el pene asi como les crecen los testiculos (por indicar solo determinados sobre los cambios que se producen en sus respectivas anatomias), varones asi como hembras, chicas asi como chicos, buscan an una sujeto con la que, entre diferentes cosas, dar salida al anhelo sexual.