Lo dijo el mismisimo Dios: “no seria bueno que el hombre este solo”. Segun se cuenta en el libro de el Genesis, ese fue el finalidad con el fin de que creara a la femina. Desde entonces, hombres asi como hembras andan a la busqueda de quien les proporcione compania y, de transito, les de an examinar la manzana del Arbol de la Ciencia.
Buscar pareja se convierte casi en un imperativo personal desde la ocasion igual en que nuestros cuerpos sobrepasan la barrera sobre eso que se llama adolescencia. Desde el instante mismo en el que a ellas les crecen las mamas y se les ensanchan las caderas y a ellos se les alarga el pene y les crecen las testiculos (por indicar separado algunos de los cambios que se producen en sus respectivas anatomias), varones y chicas, chicas asi como chicos, buscan a la ser con la que, dentro de otras cosas, dar desague al deseo sexual.
Social asi como culturalmente hemos sido educados para que el pensamiento de sexo vaya asociado a la vida sobre pareja. Mismamente, lo que en un comienzo podria ocurrir por una simple pulsion sexual se convierte en la urgencia psicologica de primer orden. Procurar pareja seria y estable se transforma de muchos consumidores en un exigente mental.
La ley natural y la de probabilidades (el hecho sobre que muchas personas esten buscando pareja al mismo lapso) facilita que dichas parejas se acaben formando. De este modo, progresivamente, se van emparejando hombres asi como hembras. Por fortuna, ademas, el progreso cultural asi como el progresivo debilitamiento sobre ciertas posturas patriarcales tradicionales han ido permitiendo que igualmente se vayan emparejando cada vez mas, y sin necesitar sobre subterfugios ni disimulos, hembras y chicas asi como varones asi como hombres.